PAULA ECHEVERRI MONTES: ARQUITECTA QUE ENCUENTRA SU PASIÓN NO SOLO EN LA ARQUITECTURA, SINO EN LA MATEMÁTICA Y LA FÍSICA.

PAULA ECHEVERRI MONTES: ARQUITECTA QUE ENCUENTRA SU PASIÓN NO SOLO EN LA ARQUITECTURA, SINO EN LA MATEMÁTICA Y LA FÍSICA.


Arquitecta de la Universidad de Los Andes, donde también realizó estudios en ingeniería eléctrica. Trabajó como investigadora en el Centro de Investigaciones Estéticas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Los Andes, donde ha sido docente de postgrado en la especialización “Gestión y Dirección”. En 2003 participó en el proyecto de Reposición Pérgola de Acceso Fachada Principal del Teatro Colón.

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¿Cómo se define así misma Paula Echeverri?

Esa es una pregunta interesante porque cuando uno piensa en lo que aspira de uno mismo, lo que es, lo que ha hecho, se convierte en una mezcla de cosas. Yo hoy estoy en la mitad de mi carrera, ha sido muy interesante, siempre con una variabilidad en los contenidos en el tipo de proyectos que he hecho, soy una persona creativa, inquieta en mis intereses y eso ha hecho que el perfil de mi trabajo haya sido muy distinta a la típica carrera de un arquitecto. Me encanta la belleza es algo que me llena el alma, pero al mismo tiempo hay un contenido muy objetivo y racional en mis proyectos.

¿Cómo descubrió su pasión por la arquitectura?

La descubre uno todos los días. Yo empecé estudiando ingeniería eléctrica, para mi el reto del mundo ingenieril, los temas matemáticos y físicos era una fascinación, pero al mismo tiempo estaba otro aspecto creativo. Cursando los primeros semestres de ingeniería, pensé que me hacía falta un componente adicional, yo quería estudiar arte, pero mi familia se opuso y la opción que quedaba era la arquitectura. No es importante donde empezamos en el curso de la profesión sino como desarrolla su profesión todos los días. Todos los días encuentro una fascinación por el espacio, por todos los temas que tienen que ver con esa reflexión, con el entorno, y trabajo desde diferentes aspectos.


¿Cuál es su fuente de inspiración para llevar a cabo sus proyectos arquitectónicos?

La inspiración no es algo que uno descubra instantáneamente; es algo que uno estimula todos los días, cuando estoy trabajando, divirtiéndome, estudiando, cuando estoy con mis hijos, pienso en cómo sería un entorno tal vez más estimulante para mí. Es algo que llega sin que uno esté realmente buscándolo. Y los diversos aspectos dependen de como uno enfoque sus proyectos.

Un buen proyecto es aquel que cumple con las expectativas de los clientes, con la expectativa de la ciudad y con las expectativas propias; algo bello, útil, apropiado para cada eventualidad.

La inspiración surge de elaborarlo, pensarlo, volverlo a mirar, trabajarlo. Soy una arquitecta que trabaja con sus manos, con su corazón, con su intelecto todo el tiempo. Trabajo con el software, con los esquemas, con dibujo, trabajo en el modelo financiero. La inspiración es un poco el conjunto de todas esas cosas.

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¿Cómo fue su proceso de selección para escoger su maestría e irse por el camino de la conservación histórica?

Tan pronto me gradué como arquitecta en la Universidad de los Andes, quise abrir otros campos de conocimiento. Lo primero que hice fue irme para New York, a estudiar preservación histórica, y al volver trabajé en diferentes proyectos, luego hice una Maestría en arquitectura y análisis de proyectos también en Los Andes, donde fue una exploración más teórica. Siempre ha estado entre poder abordar el tema puramente objetivo de la arquitectura, entiéndase como la parte teórica, la parte de negocios, la estructuración de proyectos, por otro lado, la exploración creativa de qué quiere decir la arquitectura en términos perfectamente contemporáneos. En el 2011 me fui a hacer un MBA en arquitectura en el negocio mismo del diseño contemporáneo, en España. Empecé a trabajar con diferentes equipos colaborativos, ya no en proyectos arquitectónicos como tal sino, la estructuración de proyectos con financieros, abogados, promotores. A partir de ese momento, ya con certeza de lo que más me gustaba, entre en un proceso de formación en Paris en diseño computacional. El objetivo era aprovechar las nuevas tecnologías, el manejo de datos para producción de arquitectura de diseño contemporánea, el aspecto volumétrico, los aspectos del sistema, de la organización, de cómo funciona bioclimáticamente un proyecto. Lo hice en ese momento fue, ampliar el espectro de mi capacidad como creativa, para involucrar la capacidad computacional, y todo el ámbito digital del manejo de datos de diseño.

¿Podría hablarnos acerca de su tesis sobre el movimiento y la luz en el subterráneo?

Esa es la tesis de New York al finalizar mis estudios en Columbia. Tenía el interés de trabajar con arquitectura moderna que en ese momento era el énfasis de todo mi desarrollo teórico y encontré, a Françoise Bollach una francesa que trabajó en preservación ella fue mi tutora de tesis, me sugirió la investigación del tema subterráneo. El subterráneo de New York fue implementado en 1904 y las estaciones originales hacen parte de todo un sistema de concepción tanto de ciudad como de negocio mismo de generar un medio de transporte subterráneo en una ciudad que nunca había tenido esa experiencia. Entonces fue un ejercicio de análisis del diseño existente que había sido además un diseño importado de Francia que tenía unas connotaciones muy especiales frente a producir ambientes muy atractivos, aún debajo de la tierra. Lo que yo hice fue la propuesta de la ampliación de esa estación al doble de su tamaño, para poder funcionar en el año 2000 por que la capacidad que tenia al principio del siglo XX y lo que iba a suceder en el siglo XXI era completamente diferente. Obtuve un premio por la calidad de la tesis (esa fue otra de las experiencias más interesantes) porque digamos, en el ámbito de estudio en New York las grandes personalidades de la arquitectura en su momento eran las personas con las cuales interactuábamos, y esa posibilidad de ver este despliegue de creatividad, fue fenomenal.

¿Qué significado tiene para usted el reconocimiento del CREMIL por su participación en el Centro Internacional Tequendama?

Ese reconocimiento es para mí muy interesante, CREMIL es la caja de retiros de las fuerzas militares. La importancia que tiene es por el hecho mismo de ser en el centro internacional y el análisis que hicimos para producir ese proyecto. Es un proyecto del conjunto patrimonial su tamaño y las implicaciones que tiene en el distrito y la nación lo trabajamos con una financiera de desarrollo nacional, para el análisis de mercado, y además con una firma de abogados urbanistas. Entonces el equipo con el que contamos para el desarrollo y la estructuración del proyecto fue inmejorable. En este momento se está en una etapa intermedia donde se está buscando poder aprovechar o poder obtener el aval de las instituciones. La renovación tanto física como espacial del centro, y la reactivación económica implica tomar decisiones muy importantes sobre la conservación de algunos de los bienes. A partir de ese momento el proyecto ha tenido una connotación interesante a nivel profesional y un reto muy importante para las instituciones.

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¿Cómo nace la firma de diseño Echeverrimontes?

Nació desde siempre; en el momento en el que me graduó empieza a haber una posibilidad de hacer obras de remodelación con gente conocida, tanto de la familia como amigos y empiezo a trabajar. A pesar de que no ha sido fácil ese movimiento a lo largo de la vida, el empeño ha hecho que estemos aquí hoy a lo largo de todos estos años y la firma de ha ido consolidando. La experiencia de formación también ha buscado poder fortalecer la empresa. El hecho del género también hace que la práctica de la arquitectura sea un poco difícil.

¿Cuáles son sus metas en un futuro cercano con la firma Echeverrimontes?

La consolidación de la actividad que desarrollamos. Hoy en día, somos unos consultores en la estructuración de proyectos, con una perspectiva contemporánea tanto del diseño como de la implementación de nuevos medios. Lo que estamos haciendo es poder enfocarnos en el servicio que prestamos, una estrategia de poder involucrar desarrolladores y otros diseñadores, o de alguna manera, complementar el trabajo de estas empresas. Aportando la capacidad que nosotros tenemos de generar primero flujos continuos de trabajo, entre la concepción y la construcción de un proyecto. Y aportando en evaluación integral de los proyectos. Como diseñadores queremos involucrarnos en equipos interdisciplinares para generar mejores oportunidades de proyecto.

¿Cuál es su posición con relación a la arquitectura sostenible en sus proyectos actuales o futuros?

No hay otra manera de hacerlo; la arquitectura sostenible es todo, es aquella que puede llegar a plantearse donde no solamente se actúe frente a las determinantes medio ambientales, sino que es la arquitectura que en términos de negocio sea sostenible. Porque con el cambio de los patrones tanto de la sociedad como de la economía mundial, nosotros tenemos que pensar en mejores negocios, completamente diferentes a los que llevamos haciendo hasta ahora, enfocarnos en el análisis holístico de las determinantes es decir entender que la arquitectura no es aislada frente a otras problemáticas: la social, la cultural, la política, la económica. Tenemos una práctica de la arquitectura totalmente diferente a lo que pudo haber sido hace 10 años. Hoy los arquitectos no solo somos la figura que genera una nueva realidad en términos puramente estéticos, somos capaces de involucrarnos en la generación de mejores proyectos desde la base, es decir tenemos la capacidad creativa de entender el espacio, el volumen, la ciudad, y al mismo tiempo, tenemos la capacidad de generar nuevas realidades para efectos del contexto integral del proyecto.

¿Qué consejo les daría a los estudiantes de arquitectura y aquellos que acaban de terminar la carrera?

Lo primero, la pasión por lo que uno hace, esto es fundamental desde todo punto de vista. Los caminos son difíciles realmente poder hacer lo que uno quiere hacer es difícil, pero no es imposible. El querer hacer lo que uno siente hacer de la noche a la mañana implica que con su trabajo pueda contribuir a que haya mejores condiciones para la arquitectura. Por otro lado, es una necesidad que dejemos de pensar desde el campo disciplinario, y ser más trasversales en diferentes ámbitos de trabajo. Una recomendación fundamental es amplíen el espectro de intereses. Seguimos teniendo una característica importante de resaltar y es que evidentemente somos humanistas, en el sentido de entender la cultura, la sociedad, a otros profesionales, y por lo mismo, tenemos una participación en las nuevas realidades, que debe ser mucho más importante. Tenemos que dejar de ser las estrellas, querer siempre mostrar esa capacidad puramente estética de los proyectos. La arquitectura es y debe ser bella por encima de cualquier otra consideración, pero además tiene otros componentes muy importantes: como el técnico, el impacto cultural, el impacto social, el impacto medio ambiental.

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