XIMENA SAMPER DE NEU: UNA ARQUITECTA CON GRAN SENTIDO DE LA ARQUITECTURA, DE LA MANO DEL SENTIDO SOCIAL
Egresada de la Universidad de los Andes (1988); Especialista en Diseño Urbano, Universidad Jorge Tadeo Lozano (1998); Master in Architecture in Urban Design, Harvard University (2001); Diplomado en Gestión de Operaciones Urbanas Estratégicas, Universidad Javeriana (2004); Curso Urbanismo Social, Procesos para la reconciliación, Universidad EAFIT (2015). Es socia y Subgerente de la firma GX Samper Arquitectos Ltda. En el ejercicio profesional, se denomina viviendista y habitacultora. Ha diseñado más de 15.000 viviendas construidas, para empresas como COLSUBSIDIO: Ciudadela Colsubsidio (1990-2012); Icaros; La Felicidad; parques en Ciudadela Colsubsidio. Para PRODESA en Ciudad Verde VIS (2013-2018): Pomarrosa, Palmeto, Amaranto, Lunaria, Yerbabuena; en Soacha: El Vínculo, Maiporé, Praderas de la Fuente.
Foto: Cortesía de Ximena Samper De Neu
¿Quién es Ximena Samper?
Arquitecta egresada de la Universidad de los Andes, con especialización y maestría en diseño urbano de la universidad Jorge Tadeo Lozano Lozano y Universidad de Harvard respectivamente. Académica desde 1996 en la universidad de los Andes. Por 6 años estuve en la Universidad de la Salle dirigiendo la Maestría de Hábitat y Gestión del Territorio. Socia y compañía profesional de Germán Samper por 30 años, privilegio, oportunidad y bendición. Esposa y madre de 4 niñas, hoy mujeres.
¿Cómo descubrió su vocación?Mi vocación era y fue siempre el servicio social, pensé hacerlo a través de múltiples profesiones, solo seis meses antes de comenzar a estudiar y por lo que había visto en mis padres (tanto mi mamá como mi papá) entendí que a través de la arquitectura podía, con la función social de esta profesión, cambiar y transformar vidas; esa fue mi motivación principal. Mi modelo a seguir fue mi papá, el viviendista más que el arquitecto.
En su trabajo profesional ha diseñado alrededor de 15.000 viviendas. ¿Considera qué hay un diseño único para cada vivienda o podría haber un patrón de diseño semejante?
Al contrario, la vivienda por más a gran escala que se haga debe entender al habitante, el clima, el contexto, lo urbano y todos los elementos diferenciadores que la hacen especial y apropiada para sus moradores. El error es pensar que la vivienda es un producto y no un hogar, y que los habitantes de ella son clientes y no familias o grupos familiares. El aprendizaje es acumulativo y va creciendo la experiencia en la medida en que uno va diseñando, sin la menor duda, todo lo que uno ha realizado anteriormente es parte del disco duro para aplicarlo en un proyecto nuevo; sin embargo, cada proyecto es único, eso es lo lindo de nuestra profesión, estamos constantemente innovando, creciendo y proponiendo cosas nuevas. Mi papá y yo nos reinventamos en cada proyecto usando los anteriores como cimiento.
Foto: Cortesía de Ximena Samper De Neu
¿Cuál es el mayor reto al intervenir un espacio público?
Hacer de la calle un lugar activo, de calidad, tanto espacial como ambientalmente y poder generar relación entre los primeros pisos y la calle; el espacio público muere si no tiene entradas, si no tiene flujos. Aprender a equilibrar lo público comunal y privado con sus ventajas y sus desventajas, es el arte más complicado y en este arte, debería haber mayor empeño de todos. Los arquitectos muchas veces estamos atados porque cumplimos encargos que no siempre ven en esta vía. Algo importante, las normas deberían propiciar esa actividad y restringir las entradas únicas y las calles vacías. Por eso es clave la participación de arquitectos consientes de esto, en la política pública para poder incidir y lograr una mejor ciudad en los primeros pisos.
Foto: Cortesía de Ximena Samper De Neu
¿Cuéntenos sobre su experiencia como presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos Bogotá y Cundinamarca en los años 2007‐2011?
Fueron dos años de Vicepresidenta y cuatro de Presidenta, seis años de mi vida dedicada y entregada a poder potenciar los múltiples frentes que tenemos los arquitectos, la responsabilidad de estar activos en ellos y la posibilidad de efectivamente, poder participar en el desarrollo de un territorio como es Bogotá y Cundinamarca. En ese periodo se inventó y realizó la primera Semana del Arquitecto y se crearon múltiples comisiones, varias de las cuales no existían como tal: la de Hábitat, la de Sostenibilidad, la de Patrimonio, la de Jóvenes Arquitectos entre otras. En su momento fueron muy activas y algunos de los arquitectos, hoy involucrados en la SCA, se vincularon en esa época y se enamoraron de lo mucho que se puede hacer. Impulsamos de manera vehemente la relación con Cundinamarca proponiendo hacer una Escuela de Alcaldes que no pudo concretarse, pero era muy potente. También tuve un primer periodo muy bueno y activo y un segundo complejo y lleno de vicisitudes, pues pudimos comprobar que somos frágiles, tenemos pocas herramientas para trabajar y la consecución de recursos nos limita en el vuelo y el potencial que deberíamos tener, sin embargo salimos de la crisis y la SCA BC quedó con un plan estratégico muy estructurado que le ha servido para entenderse internamente y para capitalizar, con una hoja de ruta, lo que tenemos y lo que realmente podemos alcanzar.
Al realizar la renovación urbana para la Primera Línea del Metro, un proyecto que ha tenido tanta controversia ¿Cuáles son los aspectos más positivos para Bogotá desde su punto de vista?
Por fin tener un sistema masivo que ayude a destrabar la movilidad, es la oportunidad de revitalizar la ciudad por donde éste pase. Siendo claramente equilibrados y organizados en el gasto y la gestión público/privado, apalancándose en los incentivos y el beneficio que puede tener una alianza que, con directrices claras (desde lo público, salvaguardando el interés de la comunidad) se dirija hacia el beneficio de la ciudad, del espacio público, del bienestar ciudadano. Se abre el camino para que se aprovechen inversionistas que puedan también ganar a largo plazo; esta realidad es un gana-gana y hay que tenerlo en cuenta. Definitivamente, si se sabe aprovechar será realmente un gran beneficio para la ciudad, para los ciudadanos y para todos. Habrá que garantizar buena arquitectura y podría ser una oportunidad para que ésta se realice por Concurso, ojalá liderado por la SCA.
¿Cuáles son metas en el futuro cercano en el ámbito de la arquitectura?
Hacer más presencia en el ámbito de ciudad, en la política pública, en las reflexiones de calidad, de mezcla de usos, de integralidad en la ciudad. La arquitectura es una profesión potente y transformadora y entenderla como parte de un equipo más poderoso, podría hacer la diferencia. La unión hace la fuerza, solo con conciencia clara de ello y entre todos, integrándonos, podemos incidir. Una golondrina no hace verano y tampoco las todas golondrinas, son muchos más los actores que hacen posible el verano.
¿Qué papel que juega la sostenibilidad en sus proyectos actuales o futuros?
La sostenibilidad siempre ha sido importante y siempre los será, esta es una sensibilidad que fue parte fundamental de la formación del arquitecto en la época en la que mi papá estudio y aunque no se llamaba así, ellos (su generación) tenían esa conciencia en la sangre, salía de manera innata; los temas de bioclimática y manejo ecológico equilibrado estuvieron y están siempre presentes, sobre todo, son parte cada vez más fundamental de los requisitos que los clientes solicitan. Otra vez, si no hay trabajo en equipo entre los distintos actores, nada es posible y nosotros podemos hacer cambios y querer implementar procesos, pero quienes mandan en el gasto deben estar alineados. Claramente la inversión inicial es más costosa, la sostenibilidad se ve recompensada es en el futuro, los resultados son a largo plazo.
¿Qué invitación les haría a los futuros arquitectos del país?
A tener conciencia de los cambios que estamos viviendo, a tener la fortaleza y la decisión de querer volver el mundo un mundo con mejor calidad de vida. La arquitectura y la ciudad van juntas, entender que depende mucho de nosotros, pero de nosotros como parte de equipos. Que vean la transformación como una gestión y conciencia integradora, somos por naturaleza coordinadores y con esa destreza, podemos hacer mucho. Meterse en la política pública, Colombia necesita profesionales arquitectos comprometidos, esa no es labor solo de otros, también tenemos mucho que hacer allí y podríamos realmente generar transformaciones valiosas.