Enrique Uribe Botero: Un arquitecto con gran pasión por lo público.

ENRIQUE URIBE BOTERO:

UN ARQUITECTO CON GRAN PASIÓN POR LO PÚBLICO.

 

El arquitecto Enrique Uribe Botero, Director Ejecutivo del Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares (CPNAA), es egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Se trasladó a Francia, donde cursó una maestría en Arquitectura Urbana en la École National d’Architecture de Paris-Belleville y una maestría en Arquitectura del Paisaje en la École National Superieur d’Architecture de Paysage de Versalles. Ha asesorado a entidades como el Inurbe (1995), la Alcaldía Mayor de Bogotá (1996), el Ministerio de Desarrollo Económico (1997-1998) y el Departamento Nacional de Planeación (2006-2008). En el Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá (IDU) también fue supervisor del contrato de peatonalización de la Zona Rosa de Bogotá (2018).

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Cuéntenos sobre usted ¿Quién es Enrique Uribe?

Arquitecto, el segundo hijo de una familia de cinco, de inmigrantes pereiranos. Toda mi formación la hice en Bogotá, estudiando en la Universidad Nacional en Bogotá. Cuando terminé la carrera me fui a estudiar a Francia diseño urbano, porque me parece que los franceses se interesan por el espacio público muchísimo más que los demás. Desde la revolución francesa, construir la ciudad para ellos, el espacio exterior, era sumamente importante y por eso fui a ese país. Hice una maestría en diseño urbano e hice un año de paisajismo en Versalles. Me regresé a Colombia a trabajar y aquí nacieron nuestros tres hijos. Actualmente soy residente del centro de Bogotá; amo el centro.

¿Cómo descubrió su pasión por la arquitectura?

Desde muy pequeño, yo creo que uno descubre su pasión desde niño; yo dibujaba e hice cursos de pintura de niños. Cuando iba en tercero de primaria y nos pidieron comprar una regla de 30 cm, yo compré una escala porque era de arquitectura… no sabía ni cómo funcionaba.

¿Cuál fue el primer proyecto que realizó como arquitecto?

De estudiante hice un diseño para una amiga de mi mamá que tenía un criadero de conejos angora y ella quería diseñar un espacio para que los conejos habitaran ya que era conejos muy delicados, porque el clima tiene que ser muy especial, por el aspecto del pelo; la producción del pelo de esos animales es carísimo, entonces las condiciones debían ser muy especiales.

El proyecto es en Facatativá y se hizo en la época de uno de los cierres de la Universidad Nacional, yo era estudiante. Entonces para hacer el diseño tuve que ponerme a investigar en libros, porque en esa época no había internet de cómo se criaban los conejos de angora… pero quedó muy bonito y todo salió super. El proyecto tenía algo de construcción en madera, con ventilación natural, con unas condiciones de protección a estos animales porque no se pueden enfermar, entonces era garantizar una ventilación efectiva.

¿Qué lo inspiro a tener un enfoque hacia el urbanismo?

Mi amor por lo público, yo tengo una pasión por lo público. Si tenemos una buena calidad de espacio público, ganamos todos; y ganamos más, si además somos conscientes de éste es de todos. Escribí un artículo sobre la invasión que iba a hacer Transmilenio al Parque Nacional. Planteaban quitarle toda la alameda principal del espacio del parque y justamente esta alameda es un bien de interés cultural de carácter nacional, de nivel 1 que es el más importante de urbanismo que hay en Bogotá. Decían que era más importante aún la movilidad que la construcción de la ciudad.

Existe la normatividad, eso es claro, pero en mi punto de vista considero que, si todos podemos disfrutar un parque hacemos más, que si lo importante es movernos más ligero. Cada vez que me preguntan digo: en arquitectura todo se puede hacer, pero mal hecho o bien hecho.

¿Cómo nace la firma Enrique Uribe Botero y Asociados SAS?

Todo inició estado en el Instituto de Crédito Territorial, que hacía análisis de vivienda de interés social, donde comencé a conocer contactos con el departamento de salud y planeación, y estaban pensando en la vivienda rural, la cual para mí tiene algo muy interesante. Entonces pasé a ser contratado para un convenio con las Naciones Unidas para desarrollar cómo hacer la vivienda rural. Todos los campesinos tenían su rancho de piso en tierra y techo en paja, guadua y madera y les funcionaba perfecto, pero se trataba de ponerles servicios públicos, una placa de cemento y unos puntos de agua en el baño, la cocina y un pozo séptico; era mejoramiento de habitabilidad.

Después con el cambio de gobierno nos liquidaron y con un compañero de planeación nacional, nos unimos y fuimos a una Caja de Compensación Familiar Campesina donde iban a montar un programa de vivienda, entonces con él abrimos una sociedad para atender ese primer cliente y se llamaba Gaitán Uribe. Hicimos consultorías urbanas y ambientales, porque Fernando era economista. Al fallecer mi compañero, quedé solo con la firma: Enrique Uribe Botero la cual sigue activa.

Podría hablarnos desde su análisis ¿Cuál será el futuro del urbanismo del posconflicto en Colombia?

Yo tuve una experiencia que es la mejor que he tenido en mi vida, al estar en un campamento de la guerrilla. El 16 de diciembre se firmó el acuerdo de paz, entonces dijeron vamos a buscar un lote para una vivienda temporal, organícense ahí mientras construimos su vivienda. Entonces todos ellos, hombres y mujeres, se organizaron como nunca en su vida. Ahí vivían unas 500 personas como en un pueblo, y cada uno tenía su cambuche como lo llamaban ellos, de 2 x 2 separados como casitas mínimas. Pero todo era común, la sala, la cocina, donde se lavaba la ropa era común.

Yo escribí un artículo para El Espectador, luego de unas observaciones de un periodista, en el que indico que me da pesar que eso, que funcionaba tan bien, llegara un burócrata y contratara cuatro galpones cada uno con 100 viviendas, 10 de cada lado y el espacio público se perdió… si hubieran construido sobre lo que ellos tenían, hubiese sido el pueblo más lindo del mundo. Yo tuve oportunidad de ir varias veces con un amigo que tenía un dron e hicimos unos planos desde arriba, descubriendo el mundo maravilloso de esas personas.

Entonces, el asunto es relativamente simple, el futuro para mí es que esas personas tienen el derecho de incorporarse a la vida, de optar por profesiones como ser panaderos y de tener un computador en la mano en vez de un fusil, y las poblaciones deben dar esa oportunidad de reencontrarse con lo público para reincorporarse a la vida

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Fuente: https://www.archdaily.co/co/tag/enrique-uribe-bototero
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Fuente: https://www.archdaily.co/co/tag/enrique-uribe-botero

Artículo de Julio de 2017. En el proceso de acuerdo de paz entre Colombia y la guerrilla, el arquitecto Uribe Botero, comparte una mirada reflexiva sobre los 26 asentamientos transitorios propuestos por el gobierno para ubicar a cerca de 8.000 ex guerrilleros en estructuras urbanas temporales.

¿Qué retos y oportunidades presenta el Consejo Profesional Nacional De Arquitectura y sus Profesionales Auxiliares - CPNAA?

Bueno esta entidad tiene 20 años y los directivos siempre fueron abogados, es la primera vez que un arquitecto está a cargo y es un reto. Tenemos dentro de la ley cuatro palabras que demarcan la institución: fomentar, promocionar, controlar y vigilar el ejercicio de la profesión, dentro de los postulados de la ética profesional. Yo me enfocaré en las dos primeras, es formador, por supuesto que las dos últimas se seguirán haciendo; la impunidad es el mal de todos los males, al mirar hacia la arquitectura.

¿Qué compromiso debe tener un arquitecto con la sociedad y la sociedad con la arquitectura?

La arquitectura es una carrera maravillosa, un arquitecto tiene que ver todas las problemáticas: que si hace frio o calor, si la señora cliente tiene un taller, si se está en un terreno inclinado o plano, si hay un árbol, la historia; los arquitectos estamos mirando todo el tiempo, tenemos que leer de todo, tenemos que estar muy bien informados, entonces son muchos los compromisos que debemos entender que lleva nuestra profesión.

Es importante tomar conciencia de la responsabilidad que lleva el hacer una buena arquitectura o una mala arquitectura, en construir sociedad, en construir ciudad. Nos comportamos mejor si contamos con espacios amables.

¿Qué consejo le daría a los profesionales arquitectos que acaban de terminar la carrera e ingresan al mercado laboral?

Que con todo el amor con el que estudiaron, que con la mística que sintieron cuando estaban haciendo su carrera -como la fascinación que me produjo a mi ese proyecto para los conejos- sea como hagan las cosas y los proyectos profesionales; no se presten para hacer cajas de vidrio entre placas de concreto. La pasión debe irradiarse en el oficio.